me gusto, me gusto mucho, se podría decir que me hechizo, de repente me miro, sus ojos eren fríos tempanos de un tono dorado sobre natural, como los míos, pero en cambio no expresaban nada, su esteva nostálgico como me había parecido, simplemente no estaba, parecía no formar parte de esta época, ni de este lugar.
se puso el semáforo en verde, y me apresure a cruzar, el me paso con facilidad, y mire su hermosa forma de caminar, grácil y ligera. fui un par de minutos detrás de sus pasos, sin prisa, mirando como la nieve se derretía ante sus pasos, como su pelo danzaba con el aire como si fueran gráciles mariposas jugueteando con las hojas.
entonces el cruzo, y no lo volví a ver.
Llegue a mi casa, empapada, no había nadie aun en casa, me apresure a quitarme toda la ropa, y meterme en el baño, limpie bien mi pelo, y me relaje.